1. El autocuidado es primordial para la curación
Puede ser devastador, emocional y económicamente, cerrar un negocio que te ha costado mucho construir, por eso el autocuidado es vital para tu salud. Si padeces una enfermedad crónica, el autocuidado incluye controlar tus síntomas y hacer lo que puedas para minimizarlos. Asegúrate de acudir a las citas con los profesionales médicos, tomar los medicamentos prescritos y pedir ayuda cuando la necesites. Recuerda que tu salud mental es un componente de tu curación, por lo que debes controlarte a diario y acudir a amigos, familiares o a un terapeuta si necesitas más apoyo. Otro componente del autocuidado es mejorar tu entorno inmediato. Si vives en una casa que está constantemente desordenada o sucia, tus pensamientos y emociones también pueden ser desordenados y caóticos. Una casa limpia y desordenada te ayudará a pensar con más claridad y creará una atmósfera más positiva y saludable. Después de limpiar, considera la posibilidad de quemar salvia para ayudar a eliminar la energía estancada o negativa y ayudar a purificar el aire y tu espacio.
2. Recuperarse financieramente
Cerrar un negocio puede ser un revés financiero, pero no es permanente: mantén la perspectiva y recuerda que recuperarás tus pérdidas con el tiempo. Apóyate en profesionales, como un contable, que puedan aconsejarte sobre los siguientes pasos para volver a ponerte en pie. En lugar de analizar en exceso lo que salió mal, céntrate en lo que puedes hacer para recuperarte. Y lo que es más importante, intenta mantener una actitud positiva y piensa en lo que te espera a continuación.
3. Recuperarse en los negocios
Puede que te lleve algún tiempo recuperarte de la pérdida de tu negocio, pero cuando estés preparado, plantéate empezar uno nuevo. Aunque pueda parecer más fácil buscar trabajo, ser tu propio jefe es en realidad mejor para las personas que padecen una enfermedad crónica. La imprevisibilidad de las enfermedades crónicas puede dificultar el mantenimiento de un horario de trabajo normal, mientras que montar un nuevo negocio te permitirá más flexibilidad que un trabajo tradicional. Iniciar un nuevo negocio será probablemente más fácil la segunda vez; sabrás lo que funciona y lo que no, y tendrás más conocimientos empresariales que cuando lanzaste tu primera empresa. Cuando empieces, ten en cuenta algunos de los siguientes consejos: mantén tus gastos bajos, prioriza las tareas para seguir siendo productivo y asegúrate de incluir el tiempo de inactividad en tu rutina. Cuando estés listo para lanzar tu nueva empresa, piensa en cómo podrías subcontratar ciertas tareas para aligerar tu carga de trabajo. Contratar a autónomos es una forma estupenda de formar tu equipo poco a poco sin arruinarte. Puedes encontrar autónomos que te ayuden en casi todas las tareas de la empresa: desarrolladores web, diseñadores y escritores pueden encontrarse en las bolsas de trabajo de Internet. Si encuentras un autónomo que encaje bien, puede incluso convertirse en un empleado fijo.
Perder un negocio es una experiencia dura, pero no tiene por qué definir tu carrera. Recuerda que es un momento duro para todos, y que cerrar tu negocio puede abrir la puerta a una oportunidad mejor. Asegúrate de centrarte en el autocuidado durante este tiempo, y cuando estés preparado, piensa en formas de recuperarte con una nueva aventura empresarial que te permita mantener la flexibilidad en tu rutina diaria.